¡ECUADOR, TIERRA FÉRTIL PARA LA CORRUPCIÓN!
Publicaciones de "el Tábano" (Jorge Mejías).
Crítica Social. Derechos Reservados.
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Quito, 28 de noviembre del 2018.

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¿Cómo se explica que siendo ecuador un país con menos de 20 millones de habitantes acoja más refugiados que otros mucho más grandes como Argentina, Brasil y México?

¡Lo sabemos!

¡No es por los refugiados, es por las enormes contribuciones recibidas!

Más del 25% de esos ingresos van a las cuentas bancarias de los inversores y acólitos de las organizaciones de los derechos humanos.

En el ecuador, las organizaciones no gubernamentales, especialmente las relacionadas con los derechos humanos, llámense: ONU, OMS, ACNUR o HIAS, actúan con total libertad, desafiando la fiscalización estatal.

¡Todas tienen el mismo estilo de trabajo que la banca privada!

Reciben donaciones y presupuestos asignados por la ONU, con el compromiso de prestar un servicio de calidad a las personas refugiadas.

Una vez que el dinero ha sido depositado en sus cuentas, activan un colosal proyecto con la intención de ahorrarse decenas de millones de dólares.

Este proyecto consiste en:

Primero: crear una imagen humanitaria para apropiarse del símbolo que representa los derechos humanos.

Segundo: habilitar una propaganda estratégica, con la finalidad de buscar un anclaje social y el amparo de las autoridades.

Tercero: invertir el 25% de las donaciones en empleos y en infraestructuras.

Cuarto: cada funcionario es un factor clave en la disminución de la calidad de los servicios. Lo que representa un ahorro considerable y ganancias aproximadas al 50% sobre lo invertido. Esas ganancias van directamente al bolsillo de los principales inversores; por supuesto, todos anónimos, adscritos a Wall Street.

Por otra parte, observamos un abandono y una total indiferencia a los principios establecidos por los fundadores de estas organizaciones.

Existe una estrategia para resolver los problemas más comunes. Se procesa lo más fácil; los casos que no representan un cierto "arquetipo social", se cancelan automáticamente.

Todos los patrones sociales creados por la humanidad han sido distorsionados con el propósito de ganar y ganar.

Los abogados se convierten en "asesores"; subliminalmente les sugieren a los refugiados que no deben rebelarse contra el sistema.

La ayuda económica es escasa. No se justifica con los recursos recibidos.

Hay una enorme desproporción entre la cantidad de empleados, diversidad y calidad de los servicios, evidenciándose la necesidad de controlar todos los procesos ejecutores.

Los directivos no están visibles para el público. Los horarios no se respetan. La mayoría pasan el tiempo en actividades ajenas a los proyectos humanitarios.

Todos sus acciones están condicionadas por la defensa de sus salarios, privilegios e intereses particulares.

Ganan remuneraciones exorbitantes y son premiados por sus habilidades para controlar a un ejército de funcionarios parásitos que actúan como verdaderos soldados comprometidos: "esclavos del sistema y enemigos del pueblo"; ¡lo más parecido al comunismo!

¿Quién fiscaliza todo esto en el ecuador?

¿Quién lo juzga?

¡Nadie!

¡Por la sencilla razón de que el gobierno ecuatoriano también es una banca privada!

¿El Estado necesita la presencia de estas ONG corruptas?

Por supuesto.

El Estado necesita asociarse también al símbolo que representa a los derechos humanos, con la finalidad de buscar un anclaje social y el amparo de la conciencia ciudadana.

Mis Derechos Legales Reservados Online: Estados Unidos de América.